27/8/12

La Aspiración

Aspirante es aquel que empieza a manifestar al­go del propósito del alma, en su vida material. Transmuta el deseo en aspiración, y esa aspiración es vital y verdadera. Toda apropiación de una forma es resultado del deseo.
Es muy importante que el concepto del Deseo sea muy bien entendido. Desear algo, no solo es pensarlo y emanarlo, esto nosotros lo llamamos: Deseo-Procreador del EGO.
Deseo-Procreador del Ego

Significa desear con los pensamientos de la psiquis y de la materia. Es desear para la satisfacción y la necesidad del Ego, muchas veces colmadas de carestías superfluas y vanas. La necesidad del Ego generalmente será a beneficio propio y muy egoísta.
Deseo-Creador del Espíritu:

 El verdadero Deseo-Creador es aquel que es emanado del Espíritu, este deseo siempre se abocará a lo más elevado del pensamiento, la cual siempre expresará en ese deseo una necesidad elevada y generalmente altruista.
El hombre, en su conjunto, es producto de su cuerpo de deseos. El cuerpo emocional con sus anhelos, apetitos, modalidades, sentimientos y vehementes deseos, moldea el cuerpo físico mediante las fuerzas atractivas que fluyen a través de él, y lo llevan infaliblemente a satisfacer sus deseos. Si los apetitos de la naturaleza sensoria son predominantemente animales en su objetivo, tenemos al hombre de fuertes apetitos, dedicando su vida a satisfacerlos. Si sus deseos son de bienestar y felicidad, tenemos a un hombre sensual, amante de la belleza y las diversiones, regido casi completamente por el egoísmo. Lo mismo sucede con los innumerables tipos de deseo, buenos, malos y comunes, hasta tener lugar esa reorientación que reenfoca en tal forma las energías astrales, que las encamina hacia otra dirección. Así el deseo se convierte en aspiración y el hombre se libera de la rueda de nacimientos y de la necesidad de reencarnar.


Las tres cualidades de la Humanidad.
En la actualidad, tres cualidades predominan en el plane­ta –temor, expectativa y un deseo de posesiones materiales. Se ha alcanzado el summum del deseo humano de felici­dad material y se ha sobrepasado la cima de ese deseo, por lo tanto la humanidad ha logrado y superado mucho.
Estas tres cualidades deben ser comprendidas y desechadas por el aspirante a medida que trata de servir desde los niveles mentales. El temor debe ser sustituido por esa paz que es privile­gio de quienes viven siempre en la Luz de lo Eterno; la inquietan­te expectativa tendrá que ser sustituida por esa seguridad placen­tera, aunque activa, del objetivo final que proviene de la visión del Plan, del contacto con otros discípulos y luego con el Maestro. El deseo de posesiones materiales debe ser reemplazado por la aspiración a esas posesiones que son la alegría del alma –sa­biduría, amor y poder para servir. ¡Paz, seguridad y correcta as­piración! Cuando estas tres palabras se comprendan y experimen­tan en la vida diaria, producen esa correcta “condición de las aguas” que asegura la supervivencia de toda forma mental, debi­damente engendrada en la meditación, por el hombre que actúa como alma.

Maestro Djwhal Khul
Tratado sobre Magia Blanca 





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