¿POR QUÉ SUFRIMOS?

"El hombre sabio"


El hombre sabio se mantiene alejado de la rivalidad, de la codicia y de la confusión producida por los deseos. El sabio es feliz al vivir, es bondadoso y armoniza con todos, es sincero al hablar, equilibrado y recto en el trabajo y en la vida.


Permanece independiente, aunque viva rodeado de gloria y esplendor nunca pierde la paz.

El sabio no es impetuoso y nunca pierde el dominio de sí mismo.


El sabio no ofende a nadie, y nunca halla motivo para rechazar a nadie.

El sabio hace del corazón de los demás el suyo propio, con el bueno, obra de buena forma; con el malo, obra de buena forma.


El sabio no combate, mas siempre vence y no teme a la muerte.
El sabio es, en fin, quien está en armonía con la naturaleza.

Extracto de Tao Te King



Por lo general, los seres humanos tenemos una amplia gama de chivos expiatorios a quienes culpar por nuestra infelicidad e infortunio y sobre quienes derramamos ira, violencia, desprecio, resentimiento: comenzando casi obligatoriamente por los padres, los hermanos y luego, a medida que vamos creciendo,integran el conjunto los suegros (siempre vigentes), cuñados, el jefe, la mujer o el marido, la ex mujer o el ex marido, intendentes, gobernadores, presidentes, el karma y, así, ad infinitum.


Todo ésto sin siquiera sospechar, gracias a nuestra ignorancia, que los verdaderos responsables de todo lo que nos pasa, tanto de lo positivo como de lo negativo, somos nosotros mismos, a veces actuando conscientemente y otras inconscientemente. Y no es que nosotros queramos generarnos daño o ser infelices, pero por años, décadas, vidas y hasta ciclos completos hemos repetido automáticamente los mismos errores, hemos mecanizado los mismos defectos de carácter hasta el punto en que quedan enraizados, cristalizados en nuestra personalidad y no nos damos cuenta del mal que nos genera en todos los órdenes de la vida, sintiéndonos frustrados y bloqueados en relación con la pareja, la familia, el trabajo, la salud, el dinero, etc.


El primer paso hacia la Transmutación verdadera será entonces la autoobservación con el fin de captar y reconocer todos nuestros defectos y poder revertirlos, y no permitir nunca más, como el SABIO, que nuestra arrogancia, altanería, ambición y desprecio por los inferiores, nos separen del TODO. Si este es tu anhelo, quedate con nosotros para emprender tu camino.


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